viernes 6 junio 2025
4 junio, 2025
(Faro Noticias/4 de junio 2025) A unos días de iniciar el segundo periodo consecutivo de Jakqueline Ordóñez Brasdefer al frente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Tlaxcala (CEDHT), cada vez son más las voces de organizaciones nacionales y locales, así como activistas, que se han unido para repudiar la reelección de la ombudsperson y el remedo de proceso que, para tal efecto, realizaron integrantes de la LXV Legislatura local, en complicidad con la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros.
A través de un desplegado difundido en redes sociales más de 15 organizaciones rechazaron el proceso de selección de la presidenta y de los integrantes del Consejo Consultivo del organismo, “ya que no cumplió con los estándares mínimos de transparencia establecidos en el marco normativo, haciendo, una vez más, caso omiso a los más altos estándares para este propósito como los Principios de París”.
Consideraron que Ordóñez Brasdefer no cubre el perfil para seguir en la presidencia del organismo, “que requiere no solo de conocimiento técnico, sino que exige de una cercanía con los contextos actuales que enfrentamos en el estado, sentido de humanidad, principio de autonomía e imparcialidad”.
Cuestionaron además que, sin importar la evidente relación que existe con la mandataria morenista, así como la Recomendación 47/2003 emitida por la CNDH contra la ombudsperson “se reelige a una persona que no ha garantizado el funcionamiento conforme a la ley de este organismo, sino que ha servido a los intereses de un gobierno indolente, violento y de simulación, lo que aumenta las vulnerabilidades a las que nos enfrentamos todos los días como ciudadanía”.
Le reprocharon también que, de junio de 2021 al mismo mes de 2025 —primer periodo de Jakqueline Ordóñez al frente del organismo— “muchas de sus acciones fueron completamente de colusión, pasivas e ineficaces y de indiferencia; las graves omisiones ante las violaciones a derechos humanos de los diversos grupos, ha sido parte de la impunidad que vivimos”.
Consideraron que el actuar de esa mujer, su “evidente incapacidad y falta de compromiso” para garantizar los derechos humanos de los tlaxcaltecas han derivado en que la CEDHT se haya “convertido en un ente que ha legitimado el abuso del poder, la impunidad, las acciones de omisión y la violencia con la que operan las autoridades de este gobierno”.
En consecuencia, demandaron al Congreso local que transparente la metodología y criterios utilizados para el proceso de selección de la titular y del consejo consultivo del organismo; que la ombudsperson presente un programa integral de trabajo con la participación de diversos actores y que no sea “de forma selectiva a conveniencia”.
También exigieron que el presupuesto de la CEDHT sea utilizado con base en las necesidades en la materia y “no para embellecer un edificio”; que dé seguimiento real a las recomendaciones del propio organismo y de la CNDH; que se establezca un mecanismo de vigilancia ciudadana efectiva y que se garantice su autonomía e independencia.
El posicionamiento es firmado por defensoras y defensores de derechos humanos autoconvocados, Arhtemisas por la Equidad, Casa Cultural Tochantsin, Colectivx Diversidad, Colectiva Medusas Sufragistas, Colectivo Mujer y Utopía, Designaciones Públicas Observatorio Ciudadano, Escenario Tlaxcala, Justicia Propersona, Malinalli Espacio Común, Maya Sin Fronteras, Mujeres Libres Colem, Red de Víctimas de Tlaxcala, Observatorio Nacional del Feminicidio, Observatorio de Violencia Social y de Género de Aguascalientes, Yereni y Servicios de Inclusión Integral y Derechos Humanos.
POCA CREDIBILIDAD Y MUCHO DESCONTENTO
Por separado, la académica, investigadora y feminista Rosario Texis también se pronunció en contra de la reelección de Jakqueline Ordóñez y del consejero consultivo Agustín Flores Peña, además de cuestionar que en el proceso DE selección integrantes de la LXV Legislatura local no consideraran la experiencia en la defensa de los derechos humanos, la probidad, su apego a la legalidad, la propia opinión de la sociedad civil sobre las personas postulantes y la paridad de género.
En una colaboración especial para El Sol de Tlaxcala la activista aseguró que “la reelección de Jakqueline Ordóñez Brasdefer llega entre inconformidades de la sociedad civil y de algunas activistas que se dieron cita en el pleno para gritar, exigir, denunciar y dar su postura frente a la elección”.
Refirió que también otro sector se sumó desde las redes sociales “donde emitieron sus mensajes de desacuerdo, de inconformidad, de desencanto. Así llega la nueva era de Ordóñez Brasdefer, con poca credibilidad y mucho descontento, sin embargo, llega con el apoyo de la mayoría de las y los legisladores y con la mejor evaluación de este proceso”.
Rosario Texis también lamentó que no se cuente con un sistema paritario en la designación de quienes integran el Consejo Consultivo de la CEDHT “a pesar de que en nuestro país se ha pugnado porque en todas las instituciones la paridad sea un derecho constitucional (…) al Congreso del Estado le faltó perspectiva de género, excluyendo a una mujer más como consejera”.
A la investigadora le llamó la atención “que la reelección del consejero consultivo Agustín Flores Peña haya sido sin mayor ruido, sin indignación y sin ninguna exigencia de ningún sector, y miren que su resultado durante el período que está por concluir no ha sido ni el más brillante ni el más participativo, quizá se les pasó de largo o así era la estrategia. Lamentable que no se haya revisado su actuar durante los cuatro años previos que, por decir lo mínimo, fue totalmente gris”.
Además, acusó que “la única mujer que llega al Consejo Consultivo viene de las filas panistas, de una de las élites de poder más conservadoras, con argumentos de derecha y con el apoyo nulo de la sociedad civil, pues en contraste con una de las postulantes que tuvo 34 cartas de apoyo de sociedad civil, la nueva consejera tuvo solo una”.
Tras señalar que “hay intereses políticos o acomodos a modo”, la activista denunció que “llega un consejero de las filas de Morena que buscó ser presidente municipal de Atltzayanca, con poca experiencia en la defensa de los derechos humanos y con mucha crítica comunitaria de su actuar y de sus ideales políticos, pero hoy aquí está. Y el cuarto consejero, que proviene del mismo servicio público y que ya había probado el poder hace unos años, pero sin mucho que presumir, llega a un cargo que le queda grande”.
Ante esa realidad, consideró que “sólo queda apechugar, exigir y seguirle la pista de lo que hoy nos han quedado a deber sobre legalidad, imparcialidad, objetividad y transparencia”.
“SEÑALAMIENTOS INJUSTOS”
Este miércoles, en el espacio de opinión que tiene en El Sol de Tlaxcala, Jakqueline Ordóñez se dijo sabedora de que “la defensa de los derechos humanos no es cómoda”.
La ombudsperson se limitó a hacer algunos comentarios sobre su actuar al frente del organismo durante los últimos cuatro años y presumió su supuesto sentido de responsabilidad, compromiso, claridad y firmeza.
La defensa de los derechos humanos, insistió, “enfrenta resistencias culturales, políticas y sociales; provoca incomodidades en quienes consideran que la crítica institucional es una amenaza y no una oportunidad de mejora”.
Incluso, se victimizó al decir que “a lo largo de estos años hemos vivido momentos de incomprensión, señalamientos injustos e intentos de deslegitimación. Pero hemos respondido con trabajo, con seriedad, con transparencia y, sobre todo, con cercanía a las personas”.