lunes 16 junio 2025
31 mayo, 2023
(Fabián Robles/1 de junio 2023) En lo que puede considerarse como un auténtico pago de facturas, la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros designó al poblano José Alonso Trujillo Domínguez como director general del subsistema Colegio de Bachilleres del Estado de Tlaxcala (Cobat), en sustitución de Darwin Pérez y Pérez.
Se trata de un hombre que en los comicios locales de 2021 ofreció miles de votos a los candidatos de Morena al gobierno del estado y a la alcaldía capitalina, Lorena Cuéllar Cisneros y Jorge Alfredo Corichi Fragoso, respectivamente, así como un ejército de 100 abogados para defender la causa, tal como lo hizo en su momento con los panistas poblanos Martha Erika Alonso y Eduardo Rivera.
Su incorporación a la administración estatal se da luego de fracasar en su intentona por tener su propio partido político en Tlaxcala: Convicción Mexicana.
Autodefinido como luchador social y “preocupado por la gente”, ese personaje es presidente y fundador de la Agrupación Política Nacional (APN) Convicción Mexicana, cuyo surgimiento se remonta en Puebla a hace poco más de una década, y a la cual se le liga con líderes evangélico-cristianos del país.
Hace dos años, el 19 de mayo de 2021, –en plena campaña por la presidencia municipal de Tlaxcala-, Trujillo Domínguez llegó a la ciudad capital para ofrecer el respaldo de su agrupación a Corichi Fragoso, quien presentó a su aliado como secretario general del Programa Nacional Académico Ciudadano y de la Federación Nacional de Barras y Colegios de Abogados, además de dirigente de la APN referida.
En conferencia de prensa, ese mismo día el dirigente de Convicción Mexicana por la Democracia ofreció al menos 54 mil votos a la causa de Lorena Cuéllar Cisneros en su búsqueda de la gubernatura, y a Jorge Alfredo Corichi le prometió 12 mil sufragios.
Después de la jornada electoral del 6 de junio de 2021, Jorge Corichi obtuvo el triunfo al sumar 16 mil 77 votos y Lorena Cuéllar 305 mil 468 sufragios. De ese total, es difícil saber si la agrupación política referida cumplió con la cuota ofrecida.
Pero Trujillo Domínguez no sólo prometió votos a favor de la causa de Morena en Tlaxcala: a nombre de esa agrupación política, el 21 de mayo de 2021 también hizo lo propio en Michoacán, donde garantizó el respaldo de al menos 150 mil de sus agremiados para que votaran por el candidato a gobernador Alfredo Ramírez Bedolla.
Antes, en el año 2018, ese mismo personaje ofreció el “apoyo total” de dicha agrupación a la campaña de Martha Erika Alonso Hidalgo y a la de Eduardo Rivera Pérez, candidatos a la gubernatura y presidencia municipal de Puebla, respectivamente.
En una nota firmada por María Muñoz, y publicada el 26 de junio de ese año en Exclusivas Puebla –en vísperas de los comicios del 1 de julio de ese año- se lee la siguiente cita textual atribuida a José Alfonso Trujillo: “tenemos presencia en la mayoría de los estados de la República, somos una agrupación que nace en el estado de Puebla y tiene una representación significativa de grupos cristianos”.
En esos comicios, Martha Erika Alonso ganó y Eduardo Rivera –actual alcalde-, quien participaba por segunda vez en las elecciones por la presidencia municipal de Puebla, perdió ante Claudia Rivera Vivanco, por más de 11 puntos de diferencia.
LA HISTORIA DE CONVICCIÓN MEXICANA
Bajo el lema “por la certeza de un futuro mejor”, surgió esta agrupación política nacional con el nombre de Convicción Mexicana por la Democracia con el propósito principal de “constituirse como partido político nacional”.
En sesión extraordinaria celebrada el 29 de abril de 2008, el consejo general del otrora Instituto Federal Electoral (IFE), otorgó a dicha asociación su registro como Agrupación Política Nacional (APN).
“En Convicción Mexicana somos hombres y mujeres idealistas y de convicciones. Creemos que la política es el arte de hacer posible lo deseable. Por ello pretendemos participar de manera conjunta con la sociedad en el diseño y en la construcción de un rumbo nuevo, seguro y perdurable para el país; donde se incluyan proyectos para un desarrollo social y económico sustentable que permita la estabilidad, tranquilidad social y política, así como el fortalecimiento de las instituciones democráticas”, se lee en su declaración de principios.
Al comprometerse a servirle a la ciudadanía con un auténtico espíritu de servicio, también prometen –según sus documentos básicos- a encaminar “nuestras acciones hacia la dignificación de la política y a que los procesos electorales sean claros y transparentes. Demostraremos que la ética y la política son compatibles y que la corrupción solo afecta a quienes buscan su beneficio personal antes de servir a quienes les eligieron”.
Ocho años después, mediante oficio CEN/P/2016/52, recibido el 15 de diciembre de 2016, en la Dirección Ejecutiva de Prerrogativas y Partidos Políticos del IFE, José Alonso Trujillo informó sobre la asamblea de consejo nacional celebrada el 26 de noviembre de ese mismo año, en la cual los integrantes acordaron cambiar sus documentos básicos y la denominación de la agrupación para quedar solo como Convicción Mexicana.
En una nota firmada por Aurora Zepeda, y publicada por el periódico Excélsior el 25 de agosto de 2019, se informó que “organizaciones encabezadas por líderes evangélicos y el exlíder magisterial Rafael Ochoa, apoyarán las aspiraciones de Convicción Mexicana para convertirse en partido político, informó José Alonso Trujillo Domínguez, líder de ese instituto en formación”.
También en ese texto periodístico se lee que “Convicción Mexicana tiene contemplado realizar en los meses de septiembre y octubre (de 2019) la mayoría de las 240 asambleas distritales que se ha propuesta para conseguir el registro”.
Ese mismo 25 de agosto, pero en el medio Hoja de Ruta Digital, fue publicada una nota en la que se lee: “la construcción del partido político nacional Convicción Mexicana no es un proyecto de poder, sino un proyecto de nación a 30 años con el fin de poner un alto a la descomposición social prevaleciente, a través de la recuperación de principios y valores éticos y morales que se han perdido no sólo por el ataque a la familia desde la acción de la mercadotecnia y la delincuencia, sino también desde los distintos gobiernos de la República”.
Las declaraciones son atribuidas al dirigente nacional de esa agrupación política, quien también destacó que “no hay congruencia en los partidos. De nada sirve que tengan una declaración de principios o programas de acción cuando vemos que es sólo la persecución de intereses personales o de poder de un pequeño grupo de personas a costa de la manipulación de muchas, lo que orienta actualmente la acción de los partidos”.
EL PASADO DEL SECRETARIO GENERAL
En la página de internet de la agrupación aparece el nombre de Julio Splinker Martínez como secretario general del Comité Ejecutivo Nacional de esa agrupación.
Se trata de un pastor evangélico nacido en Oaxaca, arquitecto de profesión por la Universidad Autónoma Benito Juárez de esa entidad y doctor en Teología por la Global University of Theology, con sede en Estados Unidos.
En el gobierno priista de Heladio Ramírez López –quien ocupó el cargo entre 1986 y 1992- fungió como director de Obras Públicas.
Años más tarde, postulado por el Partido Revolucionario Institucional en el Distrito XIII, con sede en Tlaxiaco, fue diputado suplente en el Congreso de Oaxaca en la LIX Legislatura (2004-2007); el propietario fue Marco Antonio Hernández Cuevas.
Splinker Martínez fue presidente en Oaxaca de la Agrupación Política Acción Republicana, a la que en su momento el Instituto Federal Electoral (IFE) le quitó el registro por violar la ley respectiva y por no justificar sus gastos.
Pero ese fracaso no frenó sus ímpetus políticos, ya que tiempo después creó Convicción Mexicana por la Democracia, con el aval de José Alonso Trujillo, “quien también se desempeña como miembro de la actual junta de directores, que se mantiene esencialmente por la presencia de la Iglesia Metodista”, publicó el 1 de marzo de 2016 el periódico La Jornada.
En esa nota firmada por el reportero José Antonio Román se informa sobre una serie de problemas de la Sociedad Bíblica de México (SBM) –dirigida en ese entonces por Splinker Martínez-, que “enfrenta una de sus peores crisis en décadas, debido a acusaciones de corrupción, malversación de fondos y vínculos partidistas de sus directivos, quienes obligadamente han separado del consejo de directores a los representantes de las iglesias evangélicas más numerosas y representativas del país”.
“Julio Splinker Martínez, director de la SBM, enfrenta en la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México la demanda FCH/URI-Canaco/1932/15-03 por el delito de administración fraudulenta, por 9 millones de pesos, interpuesta por la apoderada legal de la Sociedad Bíblica, Ana Bañuelos Díaz, quien fue expulsada por interponer dicha denuncia. Hay otras acusaciones por malversar 315 mil pesos”, publicó La Jornada.
“Además, el actual director de la SBM ha sido ministro de culto religioso y, simultáneamente, líder de dos asociaciones políticas diferentes. En su estado natal, Splinker fue destituido como presidente de la Alianza de Pastores de Oaxaca, acusado de ocultar que había usado de manera personal fondos que el gobierno local destinó a esa agrupación, por lo que se determinó expulsarlo”, puntualiza el diario.
CONVICCIÓN MEXICANA: EL FRACASO EN TLAXCALA
De acuerdo con documentos públicos del Consejo General del Instituto Tlaxcalteca de Elecciones (ITE), el 27 de enero de 2021, esa agrupación política nacional presentó diversos escritos en los que externó su pretensión de constituirse como partido político local.
Tras una revisión a la documentación entregada, la Comisión de Prerrogativas, Partidos Políticos, Administración y Fiscalización del ITE, encontró que Convicción Mexicana no reunió los requisitos previstos en los artículos 14 y 15 del Reglamento para la Constitución y Registro de Partidos Políticos Locales.
“Del estudio y análisis respecto a la organización, se deduce que, la Agrupación Política Nacional Convicción Mexicana, está completamente enfocada al ámbito nacional y no al local, aunado a que no consta entre ellos la finalidad de convertirse en partido político local, por lo que no se da cumplimiento con el requisito establecido en el artículo 15 inciso a) del Reglamento referente a que el escrito de notificación deberá estar acompañado del acta constitutiva original de la organización, en la que se indique la intención de iniciar el procedimiento tendiente a obtener el registro como partido político local”, fue una de las observaciones.
Además, la referida comisión del ITE concluyó que “no fueron cumplidos los requisitos establecidos en los incisos b) y último párrafo del artículo 14, así como los incisos a) y c) del artículo 15, toda vez que fue realizado requerimiento para que subsanaran los elementos faltantes y no se dio cumplimiento al mismo, referente a desechar el escrito de notificación de conformidad con lo dispuesto en el segundo párrafo del artículo 16 del Reglamento que nos ocupa”.
Es decir, en su solicitud, dicha agrupación política no incluyó “los nombres de las personas que conforman su dirigencia y que la representan”, además de que su escrito de notificación no fue suscrito, “mediante firmas autógrafas, o en su caso huella dactilar, de las y los dirigentes o representantes de la organización, debidamente acreditados y en términos de sus estatutos”.
Tampoco cumplió el requisito de proporcionar “la denominación de la organización” y “los nombres de las y los de la organización que mantendrán la relación con el Instituto (Tlaxcalteca de Elecciones), acreditados mediante documentación fehaciente”.
Por esas razones, según el primer punto del acuerdo del Consejo General del ITE, de fecha 11 de marzo de 2022, se desechó “el escrito de notificación de intención de constituirse como partido político local de la agrupación política nacional Convicción Mexicana”.
Así de rápido terminó el sueño de José Alonso Trujillo Domínguez de ver convertida a su agrupación en un partido político con registro en Tlaxcala. Tuvo que esperar casi dos años para que Lorena Cuéllar le pagara la factura y ahora se tiene que conformar con cobrar como director del subsistema Cobat.