sábado 18 mayo 2024
8 agosto, 2022
(Fabián Robles/8 de agosto 2022) La primera actividad masiva de la feria de Huamantla vistió de luto uno de los veranos más esperados de los últimos años: el pasado sábado la carrera de carcachas cobró la vida de dos personas, una mujer y un hombre, y dejó lesionada al menos a otra persona, tras un accidente propiciado por uno de los competidores que perdió la pista y se fue contra un grupo de espectadores.
La noticia del percance -sucedido justo en el 50 aniversario de esa competencia- rápidamente se viralizó en las redes sociales, en las cuales circularon muchos videos y fotografías, sobre todo de las condiciones en que quedaron las víctimas tendidas en la tierra.
El presidente municipal, Juan Salvador Santos Cedillo, tras conocer el primer fallecimiento, en su Facebook personal se apresuró a lamentar los hechos…pero también a deslindar al ayuntamiento que encabeza y al patronato de feria: ninguno de los dos, afirmó, “tienen injerencia en la organización de este evento”.
Como era de esperarse, el posicionamiento del edil generó que las opiniones se dividieran. Hubo un sinfín de comentarios a favor y en contra.
Al margen de filias y fobias, al edil se le hizo fácil lavarse las manos, como se dice de manera coloquial.
En principio, no hay que olvidar que toca al ayuntamiento otorgar los permisos respectivos para esas y otras actividades públicas masivas, siempre y cuando haya las condiciones para hacerlo.
Por razones obvias, también compete a la autoridad municipal, a través de su área de Protección Civil –incluso con el apoyo de la Coordinación Estatal- asegurarse que se cumplan todas las medidas de seguridad necesarias para reducir al mínimo cualquier riesgo.
Si quienes tienen a su cargo tremenda responsabilidad como empleados de Protección Civil no cumplen con su trabajo ¿entonces para qué están o de qué sirve que cobren un salario con recursos del erario si no son incapaces de actuar según lo establecido en la ley?
Con lo ocurrido el pasado sábado, es claro que la autoridad municipal incumplió con diversos artículos de la Ley de Protección Civil para el Estado de Tlaxcala, sobre todo en lo referente a la prioridad que debe tener “la protección a la vida, salud, e integridad de las personas”.
También incumplió con su responsabilidad de “vigilar y supervisar, en el ámbito de su competencia, que las instalaciones y actividades que impliquen un riesgo potencial para la población cumplan con las medidas de prevención y de protección civil”, previstas en el ordenamiento referido.
Videos que fueron tomados con drones el pasado sábado, evidencian que el lugar por donde corrieron las “carcachas” es una pista por demás improvisada –mal llamada “autódromo”- que no cumplió con los requisitos mínimos de seguridad para los asistentes.
En esas condiciones de inseguridad, si los responsables de Protección Civil hubieran actuado como debían, entonces forzosamente tendrían que haber cancelado la competencia…por el bien de todos.
Desde luego que también hay una responsabilidad compartida con el patronato de feria, porque esa competencia se da y es difundida precisamente con su anuencia. Es más, desde dicho ente, las carreras de carcachas se promueven como uno de los principales atractivos de estas festividades de agosto.
Decir que es una actividad de alto riesgo y por eso no se hacen responsables ni el Patronato de Feria ni los organizadores –en este caso el llamado Club Automovilístico Huamantla- es una salida muy fácil para evadir cualquier culpa. Olvidan que se trata de un evento público, abierto, sin control, en el que nadie, está comprobado, asume sus compromisos…aunque deberían hacerlo.
Cierto, no debe perderse de vista que quienes asisten a ese tipo de actividades masivas y libres, lo hacen bajo su propia responsabilidad y riesgo, pero tampoco debe obviarse que muchos de ellos se dejan llevar por la imprudencia, lo cual demanda la intervención de una autoridad seria, responsable y comprometida, y no de una ausente y timorata.
Muestra de lo anterior son los videos en los que se aprecia de manera clara el momento en que algunos hombres cruzan la improvisada pista justo en el momento en que los autos se acercan. Incluso, en alguno se alcanza a ver el instante en que un par de sujetos apenas tiene tiempo de esquivar los vehículos para luego tropezar y caer de bruces en la tierra, salvándose de un percance.
Con lo sucedido, quienes están al frente del Club Automovilístico Huamantla deben entender que ya no pueden seguir con sus carreras así como lo han hecho hasta ahora, y mientras no sean capaces de ofrecer todas las medidas de seguridad que sean necesarias para evitar accidentes.
No es la primera ocasión en que suceden percances –en Huamantla y otros lugares- que cobran vidas como el del pasado sábado, todo por “organizar” sus competencias de manera improvisada.
Es tiempo de entender que se trata de responsabilidades compartidas entre autoridad, organizadores y espectadores. A cada una de las partes le toca aportar lo necesario para que hechos como los del sábado no vuelvan a repetirse, es que si continúan estas competencias.
Que en paz descansen las víctimas de este 50 aniversario de lo que alguna vez fue una auténtica carrera de carcachas.